Es muy importante hacer elecciones conscientes y dar la oportunidad a nuestro cuerpo de absorber las fuentes adecuadas de esos nutrientes esenciales. La carne de ave europea es conocida por sus normas en relación con la alta calidad y la seguridad de los alimentos y es una opción excelente para incorporar a una dieta equilibrada.
¿Quiere saber por qué? Siga leyendo.
Los consumidores prestan cada vez más atención a la forma en que se producen sus alimentos, es cada vez más importante el bienestar animal y la producción sostenible. El sector avícola europeo se siente perfectamente preparado para satisfacer estas expectativas.
En la UE se aplican estrictas normativas que afectan a toda la cadena de producción (de la granja a la mesa), e incluso antes de esta, para garantizar los estándares de calidad más altos en los productos avícolas. El sector tiene el compromiso de mejorar de forma continua las condiciones de producción en términos de conservación de los recursos, alimentación y bienestar animal.
La seguridad de los alimentos tiene la máxima importancia en nuestra dieta. En la UE se aplican estrictos reglamentos y controles de seguridad alimentaria en todo el proceso de producción avícola. Entre ellos se encuentra la supervisión de la calidad del pienso, la salud de los animales, las prácticas de higiene y el uso de antibióticos solo cuando es estrictamente necesario.
La UE tiene el compromiso de proporcionar alimentos seguros, nutritivos, de alta calidad y asequibles a sus ciudadanos mediante políticas como la estrategia «de la granja a la mesa», de forma que garantiza que el sector avícola europeo avanza hacia un sistema alimentario europeo aún más sano y sostenible.
La carne de ave europea es tan buena que ayuda a incrementar y mantener la masa muscular, así como a mantener unos huesos normales y de forma natural es una gran fuente de proteínas.
La carne magra es un buen ejemplo porque es una carne asequible con todos los beneficios de un alto contenido en proteínas, ya que una ración de 133 g solo tiene 140 kcal, pero contiene unos increíbles 28 g de proteínas.
A nivel mundial, hay una tendencia cada vez mayor entre los consumidores respecto a la preocupación por el bienestar animal, el medio ambiente y la salud, por lo que la carne de ave tiene la menor huella de carbono[1]. Debido a que la producción de carne roja suele ser más intensiva en términos de recursos y genera mayores emisiones de gases de efecto invernadero, los consumidores tienden a decidirse por la carne de ave, que se considera más eficiente con menor uso de los recursos, lo que la convierte en una opción más sostenible.
Gracias a sus normas en relación con una alta calidad, las normativas de seguridad de los alimentos, su alto contenido en proteínas y su perfil de nutrientes tan beneficioso, la carne de ave europea es una opción excelente para los que desean optimizar su consumo de nutrientes. Decidirse por carne de ave europea permite disfrutar de una fuente de proteínas segura, nutritiva y deliciosa que contribuye a una dieta equilibrada. Los consumidores pueden comprar y consumir carne de ave europea con total confianza: «Enjoy, it’s from Europe»[2].
A nivel mundial, hay una tendencia cada vez mayor entre los consumidores respecto a la preocupación por el bienestar animal, el medio ambiente y la salud, por lo que la carne de ave tiene la menor huella de carbono[3]. Debido a que la producción de carne roja suele ser más intensiva en términos de recursos y genera mayores emisiones de gases de efecto invernadero, los consumidores tienden a decidirse por la carne de ave, que se considera más eficiente con menor uso de los recursos, lo que la convierte en una opción más sostenible.
Gracias a sus normas en relación con una alta calidad, las normativas de seguridad de los alimentos, su alto contenido en proteínas y su perfil de nutrientes tan beneficioso, la carne de ave europea es una opción excelente para los que desean optimizar su consumo de nutrientes. Decidirse por carne de ave europea permite disfrutar de una fuente de proteínas segura, nutritiva y deliciosa que contribuye a una dieta equilibrada. Los consumidores pueden comprar y consumir carne de ave europea con total confianza: «Enjoy, it’s from Europe»[4]>.
¿Cuántas recetas de pollo ha cocinado o consumido a lo largo de su vida? Probablemente es imposible llevar la cuenta, ¿verdad? La carne de ave europea es una de las más versátiles del mundo.
En concreto, la carne de pollo combina muy bien con un gran número de especias y sabores que se añaden a platos diferentes, con lo que se consigue la armonía perfecta. Es impresionante ver lo bien que se adapta el pollo a tantas formas y métodos de cocinar, así como ingredientes diferentes, se trata de una enorme variedad: desde el pollo agridulce a las brochetas de pollo y desde el pollo a la cazadora a la hamburguesa de pollo.
En el mundo actual, en el que se presta cada vez más importancia a la sostenibilidad y al consumo consciente, es muy importante encontrar formas innovadoras de reducir el desperdicio de alimentos. En lugar de presentar diferentes recetas con carne de ave europea, vamos a enseñar cómo aprovechar al máximo cada parte del animal: un pollo, cinco recetas, adoptemos la sostenibilidad y minimicemos el desperdicio de alimentos.
La pechuga de pollo es una opción excelente para cualquier plato, ya que es una carne magra, naturalmente rica en proteínas y muy versátil.
Precalentar la parrilla a temperatura media-alta. (190-220º)
Salpimentar la pechuga de pollo.
En un bol pequeño, mezclar el queso cremoso, las hierbas aromáticas picadas y los tomates deshidratados.
Hacer un corte en el lateral de la pechuga de pollo para introducir la mezcla del queso cremoso.
Aplicar aceite de oliva con un pincel por toda la pechuga y ponerla en la parrilla ya caliente.
Cocinar cada lado entre 6 y 8 minutos o hasta que el pollo esté bien cocinado y los jugos salgan sin grasa.
Quitar la pechuga de la parrilla, dejarla reposar unos minutos y partirla en raciones.
Se puede servir con cualquier acompañamiento, como verduras o arroz para disfrutarla al máximo.
Dele una vuelta de tuerca a su plato favorito estilo asiático con unos buenos muslos de pollo. Se trata de un plato delicioso, original y equilibrado a partes iguales que se puede acompañar con verduras o ensalada.
Precalentar el horno a 200°C.
En un bol, mezclar la salsa de soja, la miel, el ketchup, el ajo picado, el jengibre rallado, la sal y la pimienta.
Colocar los muslitos de pollo en una fuente de horno y añadir la salsa por encima, asegurándose de que queden bien cubiertos.
Meter los muslitos en el horno precalentado durante unos 40 o 45 minutos o hasta que estén bien hechos, darles la vuelta cuando pase la mitad del tiempo.
Espolvorear semillas de sésamo (opcional) y servirlos con arroz al vapor o el acompañamiento que se quiera.
Esta receta es perfecta para compartir con los amigos o la familia. Si le apetece algo más variado, puede combinar las alitas con una salsa suave de yogur, es una combinación irresistible.
Precalentar el horno a 230 °C y añadir una lámina de papel de horno a la bandeja.
En un bol grande, mezclar el aceite de oliva, la maicena, el pimentón, el ajo en polvo, la sal y la pimienta negra para crear una salsa marinada.
Añadir las alitas de pollo al bol y untar sobre ellas la salsa marinada hasta que hayan quedado bien impregnadas.
Colocar las alitas sobre la bandeja preparada con el papel y ponerlas en el horno precalentado durante unos 30 o 35 minutos o hasta que estén bien hechas, darles la vuelta cuando pase la mitad del tiempo.
Sacarlas del horno y dejarlas enfriar unos minutos.
Las alitas se pueden servir con la salsa que se quiera, como mayonesa, alioli o barbacoa.
Existe el dicho de que un buen caldo de pollo revitaliza el alma.
No deje que nada se desperdicie y saque el máximo provecho de los huesos y la carcasa del pollo con esta receta. Con fideos y algún otro ingrediente se puede añadir color y darle aún más sabor a este plato.
Colocar los huesos y la carcasa de pollo en una olla grande y verter el agua hasta cubrirlos.
Añadir la cebolla, las zanahorias, el apio, la hoja de laurel, la sal y la pimienta.
Poner la olla a hervir a fuego lento y dejar que reduzca sin taparla durante al menos 2 o 3 horas, de vez en cuando, retire la espuma que se forme en la superficie.
Pasado este tiempo a fuego lento, colar el caldo en un colador de malla fina y desechar los sólidos.
Probar el caldo y ajustar las especias si es necesario.
Dejar que el caldo se enfríe y guardarlo en un recipiente herméticamente cerrado en la nevera hasta 4 días o en el congelador para usarlo más adelante.
Se puede usar el caldo como base para sopas, estofados o arroz caldoso y añadir intensidad y sabor a sus platos.
¿No tiene tiempo para preparar una receta con el caldo? Puede guardarlo en el congelador para más adelante.
Cuando decimos que no queremos desperdiciar ningún alimento, hablamos en serio. Puede aprovechar todas las partes del pollo, incluso la piel.
Se puede preparar este delicioso y original plato como tapa con los entrantes.
Preparar la piel de pollo. Asegurarse de que esté limpia y secarla con papel de cocina para eliminar cualquier exceso de humedad.
Espolvorear la piel de pollo con algo de sal, pimienta y pimentón. Puede usar las cantidades de especias que más le gusten.
Aplicar un poco de pulverizador de cocina o aceite en la cesta de la freidora para evitar que se pegue.
Colocar la piel de pollo sazonada en la cesta de la freidora de aire formando una sola capa. En función del tamaño de la freidora, es posible que tenga que hacerlo por tandas.
Dejar que la piel de pollo se cocine en la freidora de aire entre aproximadamente 10 y 15 minutos o hasta que esté dorada y crujiente. Es posible que tenga que darle la vuelta a la piel cuando pase la mitad del tiempo cocinado para asegurarse de que se dore por todas partes.
Cuando la piel del pollo esté crujiente y dorada, sacarla de la freidora de aire y dejarla enfriar unos minutos.
Se puede acompañar con algo de ensalada para darle un toque fresco y variado.
Hagamos un resumen de lo que hemos contado. Con algo de creatividad, puede transformar un único pollo en cuatro deliciosos y equilibrados platos utilizando todas las partes del animal.
Sin embargo, este artículo no solo lo hemos hecho para presentar algunas recetas con carne de ave europea, sino que hemos querido dar la oportunidad de descubrir la forma de preparar algunos cortes que normalmente no se consumen en los países europeos, como las alitas, los muslos, las patas o los órganos. De hecho, a los ciudadanos europeos les encanta comprar y cocinar el corte más «fácil», pero caro: la pechuga de pollo, mientras que dejan el resto para exportarlo a países de África y Asia, a menudo a precios más bajos[1].
Consumir todas las partes del pollo no solo permite degustar diferentes sabores y texturas, sino que también se contribuye a un mundo más sostenible. La próxima vez que vaya a cocinar pollo, sea creativo y explore estas recetas para aprovechar al máximo la versatilidad de la carne de ave y reducir el desperdicio de alimentos.
Lo primero es lo primero: ¿qué significa batch cooking?
La cocina por lotes, también conocida como cocina para varios días o para toda la semana, consiste en preparar una mayor cantidad de alimentos para poder disponer de ellos y consumirlos más adelante.
Al cocinar una cantidad mucho mayor, se asegura poder guardar la mayor parte de lo que se ha cocinado en la nevera para disfrutarlo durante la semana.
Este método permite comer alimentos nutritivos y preparados en casa cuando es necesario si los horarios son muy ajustados y no hay tiempo para cocinar todos los días.
La carne de ave europea es el mejor aliado para seguir esta tendencia. De hecho, las aves de corral, como el pollo y el pavo, son una gran fuente de proteínas y se recomiendan como parte de una dieta sana y equilibrada, alternada con pescado, huevos y verduras[1]. Debido a que contiene de forma natural una gran cantidad de proteínas, ejerce un papel fundamental en una dieta equilibrada al contribuir al crecimiento y el mantenimiento de la masa muscular, así como al mantenimiento de unos huesos normales, que se ven sometidos a esfuerzos repetidos durante la actividad física intensa.[2]
Además de ser una fuente natural de proteínas, la carne de ave aporta nutrientes adicionales. Por ejemplo, las patas de pollo aportan zinc de forma natural, el cual contribuye a la función cognitiva normal y los filetes de pollo son muy ricos en fósforo, que ayuda a mantener el funcionamiento normal del metabolismo energético. La carne de pollo también tiene un alto contenido en vitamina B3, que contribuye al funcionamiento psicológico normal, así como a la reducción de la sensación de cansancio y la fatiga.
Aquí algunas ideas de cocina para varios días con carne de ave:
1. La estrella de la carne de ave para mantenerse en línea – Pechuga de pollo al horno:
Esta sencilla receta se hace salpimentando las pechugas de pollo, así como cualquier otra hierba o especia que se desee, después se pone en el horno a 190° entre 25 y 30 minutos, o hasta que esté bien cocinada. La pechuga de pollo es una fuente de proteínas magras que puede incorporarse fácilmente a las ensaladas o los bocadillos, o servirse junto con las verduras que se prefiera.
2. Un toque picante al día con pavo con chile:
El chile es un plato sabroso y sustancioso que puede prepararse en grandes cantidades y disfrutarse durante toda la semana. Para hacer pavo con chile hay que dorar el pavo desmenuzado en una olla grande y, a continuación, añadir cebolla picada, ajo, tomates en lata, alubias rojas y chile en polvo. Se deja reducir la mezcla en el fuego entre 30 y 45 minutos, o hasta que todos los sabores se hayan mezclado. Se puede servir con pan integral o tostadas para añadir contenido en fibra.
3. Un sabroso plato que nos hace sentir a gusto – Puede elegir pechuga de pollo o de pavo para hacer un curry cocinado a fuego lento:
Esta receta de curry repleta de sabor se realiza colocando las pechugas de carne, cebolla picada, ajo, jengibre, pasta de curry y leche de coco en lata en una olla a fuego lento y se deja que todo se cocine entre 6 y 8 horas, o hasta que la carne de ave esté tierna y bien hecha. Este plato se puede servir con arroz integral o maíz para hacerlo aún más equilibrado y sustancioso.
Para terminar, guarde la comida de forma adecuada: cuando haya cocinado la comida, separe las raciones y guárdelas en recipientes herméticamente cerrados. Se pueden guardar en el frigorífico hasta 3 o 4 días o en el congelador hasta 3 meses.
Cocinar carne de ave para varios días puede resultar una gran forma de simplificar la preparación de comida y asegurarse de que no se desperdicie nada.
La versatilidad de los productos de la carne de ave permite preparar una gran variedad de platos que poder disfrutar durante toda la semana. Estos consejos pueden ayudarle a crear platos originales y deliciosos para disfrutar solo en el sofá, con amigos en la terraza o con la familia en el hogar.
Eine Anleitung für eine ausgewogene, gesunde und vollwertige Ernährungsweise finden Sie in den 10 Leitlinien der Deutschen Gesellschaft für Ernährung (DGE)
Para obtener más información sobre hábitos alimenticios equilibrados y saludables, consulte el documento «Come sano y muévete: 12 decisiones saludables» del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social
Financiado por la Unión Europea. Las opiniones y puntos de vista expresados solo comprometen a su(s) autor(es) y no reflejan necesariamente los de la Unión Europea o de la Agencia Ejecutiva Europea de Investigación (REA). Ni la Unión Europea ni la autoridad
otorgante pueden ser considerados responsables de ellos.
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No matter which European country the poultry meat comes from, consumers can always rely on food safety, environmental protection, and animal welfare. Being a major trading partner in the global poultry meat market, the EU has proved to be a role model by having some of the highest standards in the world.
